miércoles, 15 de agosto de 2012

Radios

He descubierto que me encanta el olor a caucho y a pintura esmaltada fresca de los talleres de bicicletas.

En realidad no lo he descubierto ahora, pero hace poco, al reencontrarme con él evoqué una parte de mi infancia que recuerdo muy feliz.

Me encanta, me fascina esa parte de nuestro cerebro (que supongo que todo el mundo tendrá) de ir suprimiendo los recuerdos malos y dejar los buenos. Como un filtro MADE IN EVOLUTION, para conseguir ser felices y esas cosillas.

Pero volviendo a mi infancia, que como iba diciendo, fue muy feliz, ahora me doy cuenta de lo afortunada que fui. A pesar de los pesares.
Porque si tras 13 años consigues encontrar olores que te hagan recordar momentos especiales y te hagan sonreír, puedes considerarte muy afortunado.
Yo tengo mi ranking de olores:

1. El olor a cacao labial en tu mejilla, que te recuerda que tu madre se fue hace un rato a trabajar.

2. El del jabón de la abuela Fina, que hace sus abrazos inconfundibles.

3. El olor a tierra mojada, que convierte ese día bochornoso de verano en tormenta repentina y carga de electricidad y energía el ambiente.

4. El olor a verdín renacuajo.

5. La tortilla de la cena de los domingos, que se olía al doblar la esquina de la calle cuando llegabas con hambre canina tras haber estado todo el día de pingajo.

6. El olor seco, arenoso e intenso de una montaña de trigo como por las que te deslizabas cuando no te veía tu abuelo.

7. El de un libro recién comprado, que te atrapa y hace que te dé pena leerlo porque sabes que irremediablemente se irá con el uso.

8. El olor a madera sin barnizar.

Sé, soy consciente de que faltan dos en éste "top ten".
Uno espero encontrarlo en el futuro, el otro nunca se sabrá.

2 comentarios:

Jose Jobo dijo...

Te felicito, no todo el mundo puede evocar su infancia sin que le entren ganas de vomitar. No consigo relacionar todos los olores, pero supongo que son tan personales como anotaciones en un diario. ¿Es éste tu diario? ¿Para qué?
Puta, cuando el presente no te gusta puedes vivir del pasado o vivir del futuro, irrealidades y sueños. Puta, tú puedes vivir de tu infancia.

TRUPP dijo...

Los olores de mi infancia son: 1.Carmín de madre mañanero, con su correspondiente marca en la mejilla. Y las respectivas colonias de padre y madre inundando la casa por la mañana.
2.Olor a naturaleza, a montaña. Aire puro.
3.El olor del Land Rover, asociado a mareos y a viajes largos.
4.El olor de la paella de los domingos.
5.El olor a pis de hámster y a serrín.
6.El olor a aguarrás de mi maletín de pintura. Y el olor a acuarela cuando a mi madre le dio por pintar.
7.El olor a cueva del mono y los cachivaches de espeleología de mi padre.
8. El olor a tienda de campaña, cuando nos recorríamos los Pirineos de camping en camping.
9.El olor a fritos de mis vecinos de arriba.
10. De los libros, tanto el olor a nuevo, como el olor a usado de los que cogías de la biblioteca del colegio, y que tenía un cierto encanto misterioso. A veces iban con sorpresa y te encontrabas algún moco pegado.

P.D.:que bien escribes capulla, llegas a la patata sin grandes pretensiones, con sencillez y las palabras adecuadas.