martes, 15 de febrero de 2011

Mirada al pasado

La desgastada puerta de madera se desplomó con un ruido sordo que le despertó con un sobresalto.
Miró por la ventana y vio como el sol despuntaba débilmente por entre los árboles, así que no debían de ser más de las seis de la mañana. Era demasiado pronto como para que su madre hubiese vuelto ya de ordeñar la vaca y el ruido había sido demasiado fuerte para que la puerta se hubiera abierto simplemente por el aire, así que, ¿qué podría haber pasado?
Mientras saltaba fuera de la cama, oyó a un grupo de personas subiendo por las escaleras. El miedo le paralizó. Lentamente intentó respirar con normalidad, se movió de puntillas, agarró una de las dos hachas que colgaban encima de la chimenea y se situó detrás de la puerta preparado para defenderse si era necesario

El verde prado comenzó a vibrar con rítmicas ondulaciones. Parecía que ya se acercaban. Le bastó con levantar la vista un instante para contemplar el espectáculo que se desarrollaba ante sus ojos. Descendiendo la colina cientos, quizá miles de soldados a caballo. Los coloridos pendones ondeaban orgullosos mientras que las bruñidas armaduras y las puntas de las lanzas refulgían en el intenso sol de la mañana.
Esto sólo puede ser obra de un ser superior –pensó hacia sus adentros, soltando un jadeo de asombro-.
El poderoso ejército avanzaba lento pero constante en forma de cuña, encabezado por una figura que sobresalía, no por su tamaño sino por su porte. Con la cabeza descubierta, la barbilla en alto, en una pose que podría haber resultado altiva aunque a él le confería un aire distinguido y el casco en una mano podría haber hecho huir a enemigos mucho más curtidos que él. Pero a Ewan no se le conocía precisamente por su cobardía.
Historias sobre él en las que se relataban valientes –e incluso temerarias hazañas- circulaban a través de todo el reino y por fuera de sus fronteras. Y ahí se encontraba él, recostado en un viejo tronco junto a un puñado se sus más fieles hombres aguantando con estoicidad la mirada del poderoso (rellenar con el nombre deseado ), hijo del valido real, que poseía tanto poder como el mismísimo monarca.

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